Es subir, subir allá a lo inalcanzable, imaginar lo inimaginable, navegar en el límite de la utopía, volar sin despegar un palmo del suelo, desplegar un sinfín de razones y motivos que muestran los confines del cariño, un derroche sin sentido de sentimientos, sensaciones, impresiones, emociones, es el deseo de frenar esas minúsculas y frías manecillas que marcan nuestra existencia. Eso es estar contigo.
miércoles, 16 de diciembre de 2009
Impotencia.
Cavilo fria y espectante en el tabú de los que son ahora mis pensamientos, mientras tus cortantes pupilas estan pendientes de evitar cualquier intersección con las mías por muy efímera y fugaz que fuera. Esta inusual situación me va reconcomiendo poco a poco, facilitándome cada vez más descubrir esa venda que cubría los continuos autoengaños a los que tanto tiempo estuve agarrada, engaños no tan perversos que prometían una perspectiva mejor, que me prometían que el miedo y la dejadez por la lucha jamás nos sobrepasaría. Pero solo con mirarte se desploman en la impotencia.
solo juntos conseguiremos derribar las fuertes redes de la impotencia
solo juntos conseguiremos derribar las fuertes redes de la impotencia
Quédate.
Quédate, tan sólo te pido que te quedes aquí. Amárrame a una parte de tu cintura y empújame a vivir, posa mis miedos allá donde no los pueda vislumbrar, haz cola en dirección a mi sonrisa, cabalga el pálpito de mis mejillas y deja que tu ego me considere lo más importante desde este momento y para la eternidad. Pero quédate, tan solo te pido que te quedes aquí..
Quédate donde mis sentidos te perciban, donde mi indiferencia no te olvide
Pasión orgullosa.
Nunca he estado tan segura como esta vez. Llegará, lo verás. Quizá muy tarde, o tan temprano que apenas puedas darte cuenta, pero poco a poco está floreciendo, creciendo, madurando. Ambos sentís ese afán incondicional de saltaros las normas, de olvidarlo todo y dejarse llevar por ese pasional anhelo de estar juntos. Adelante, nadie os lo prohíbe. O.. ¿quizá el orgullo?
Tu no, él.
Déjala, aléjate, olvídate de ella. Lo anhela a el, derrocharía una y otra vez la misma vida tan sólo por vivir del recuerdo, de su recuerdo, de él. El, el, el, el, el. Tu no, el y tan solo el. Has sobrepasado el límite de su paciencia, tu insistencia se ha convertido en un plomizo agobio para ella que tan solo te proporciona su reiterado rechazo. Ya le eres indiferente, el mínimo sentimiento de amistad que sentía hacia ti se ha esfumado. No tienes nada de ella, lo has perdido absolutamente todo. Déjala, aléjate, olvídate de una vez por todas de ella. Imposible no darse cuenta de que es imposible, imposible.
lunes, 14 de diciembre de 2009
Os encontraré.
Inseguridad. Inseguridad provocada por una carecia límite de confianza y seguridad. Confianza y Seguridad.. Si, quizá sean esas las piezas básicas que perdí de mi puzzle de emociones. Pero necesito esas piezas, anhelo encontrarlas, por muy difusas que estén en algún recobeco de mi cruel subconsciente. Son el cauce y desembocadura de todos mis afluentes de sentimientos. Quizá estén jugando a las escondidas. Quizá estén ya cansadas de esperar, esperar y esperar a que de una vez por todas me levante y tire por suelo todos esos miedos que paralizan mis ilusiones. Quizá no estén tan perdidas. Posiblemente se estén escondiendo de mi negatividad, esperando a que vaya y las encuentre dentro de un cajón olvidado o simplemente debajo de la cama deshecha. Ojalá me lo hayan puesto fácil, ojalá permanezcan camufladas y no se hayan esfumado infinitamente. Las buscaré..
sábado, 12 de diciembre de 2009
Profundidades..
Callar. Callar por tantas y tantas cosas que ansío decir, cosas trabucadas, transgiversadas, embrolladas hasta el punto de no discernir esa etapa en la que se podrían haber solventado de un suspiro, esa etapa pasada superficial y sin importancia, esa etapa a la cual esta nueva etapa profunda y abismal envidia. Y ahora el arrepentimiento. Arrepentimiento de no poder, de no querer, paralizada por el temor y el autoconvencimiento de "quizá no merezca tanto la pena". Y cada vez buceo más y más profundo. Y es ahí, al llegar a lo más profundo, donde mi subconsciente sabe que si, que sí merece la pena, que ese sentimiento ha llegado a lo más hondo de las profundidades abismales sin corromperse, sin dejar de sentir, de sentirte, sin tan siquiera intentar dejar el vicio de quererte. Profundidades.. esas profundidades en las que al final, por mucho que hayas buceado, tan sólo encuentras millones de pececillos con luces.
¿Y para esto bajé?
Convénceme, insísteme, persuádeme de que encontraré, por lo menos, algún coral multicolor..
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)